¿Más luz? ¿Amplitud? ¿Un espacio cómodo para cocinar, compartir y vivir sin barreras?
Una reforma de cocina abierta puede transformar por completo cómo se siente tu casa. Pero no basta con tirar un tabique y esperar que todo encaje.

Porque abrir espacios no es solo una cuestión de metros, sino de cómo piensas el conjunto: ventilación, materiales, distribución, instalaciones.

Lo que parece una decisión estética es, en realidad, una intervención técnica que condiciona el día a día.

Y en interiorismo, hacerlo bien significa preverlo todo antes de empezar.  Por eso, si estás valorando unir cocina y salón te contamos lo que sí, lo que no y lo que nadie te dice, antes de dar el primer paso.

Pros de una reforma de cocina abierta: Mucho Más que Luz y Espacio

Más allá de las fotos bonitas, una reforma de cocina abierta no es solo una moda; ofrece beneficios tangibles que mejoran tu día a día hay razones prácticas y funcionales por las que cada vez más personas apuestan por este tipo de diseño:

  • Mayor luminosidad ( y natural): Al eliminar barreras, la luz natural fluye sin obstáculos, iluminando ambos ambientes y creando una atmósfera más vibrante.
  • Sensación de amplitud y fluidez: Los metros cuadrados se estiran visualmente, un espacio abierto parece y se vive más grande.
  • Conexión social: cocinar sin aislarse del resto de la casa cambia por completo la experiencia diaria.
  • Versatilidad de uso: puedes integrar zona de trabajo, comedor o rincón de relax.

Los Desafíos que debes tener en cuenta

La idea de integrar la cocina en el salón es tan atractiva como exigente.

A simple vista, parece una gran solución para ganar espacio visual y mejorar la convivencia, pero si no se diseña con cabeza, puede traer más complicaciones que beneficios. Y es precisamente ahí donde entra el valor de un proyecto de interiorismo bien planteado.

El reto empieza con la ventilación. Al estar conectada al espacio social, necesitas una campana potente, eficiente,  silenciosa y bien ubicada.

El ruido también es un factor. En un espacio abierto, el sonido del lavavajillas o del frigorífico puede interferir con la calma del salón.

Por eso, seleccionamos electrodomésticos silenciosos y distribuimos el espacio de forma óptima.

Y claro, al estar a la vista, la cocina abierta implica un compromiso con el orden. Aquí no hay puertas que lo escondan todo. 

Lo resolvemos con  muebles y almacenaje inteligente y acabados coherentes que conectan con el salón sin romper la armonía.

La elección de materiales también cambia. Necesitan ser duraderos, fáciles de limpiar y coherentes con el estilo general de la casa. 

Una encimera que soporte el uso diario, un suelo que conecta visualmente ambas zonas sin perder funcionalidad. Porque cuando todo está a la vista, todo debe estar pensado.


Aspectos Técnicos: Lo que Solo un Profesional Puede Resolver

Soñarlo es el primer paso, pero una reforma de cocina abierta exige un conocimiento técnico profundo. Hay consideraciones imprescindibles que solo los profesionales pueden evaluar y planificar correctamente. 

  • ¿Es ese tabique estructural? Esta es la pregunta del millón. Es vital verificar la estructura del edificio. Si el tabique soporta peso, se necesitarán refuerzos y un proyecto más complejo. Si no lo es, tendremos más libertad para diseñar la apertura que deseas.
  • Instalaciones sin sorpresas: Al integrar cocina en salón, planificamos la reubicación o creación de tomas de agua, desagües, electricidad y gas. Una gestión meticulosa es clave para que todo funcione a la perfección y sin desvíos inesperados en el presupuesto.
  • Continuidad de pavimentos y revestimientos: Para que tu cocina se fusione con el salón, la transición de suelos y paredes debe ser impecable. Lograr esta armonía visual es fundamental para la sensación de amplitud y fluidez.
  • Normativa y licencias: Especialmente en comunidades de propietarios o edificios antiguos, hay regulaciones y permisos necesarios. 

reforma de cocina abierta

¿Y si no quiero un espacio completamente abierto?

Una cocina abierta no tiene por qué significar eliminar todas las barreras. Existen soluciones intermedias que permiten conectar sin renunciar del todo a cierta separación, visual, acústica o funcional.

Los cerramientos de cristal, por ejemplo, son un clásico renovado. Fijos, corredizos y pivotantes, dejan pasar la luz y la vista, pero aíslan olores y ruidos cuando se necesita. 

También puedes optar por una isla o una barra como punto de transición: delimitan sin dividir, añaden superficie de trabajo y organizan el espacio con naturalidad.

A veces, un mueble estratégicamente colocado, una estantería abierta, un cambio de pavimento o incluso un tabique parcial, basta para marcar el ritmo de cada zona.

Es aquí donde el diseño se vuelve estratégico: porque no se trata de abrir por abrir, sino de encontrar el equilibrio exacto que encaje contigo y con tu forma de vivir.

¿Es buena idea una reforma de cocina abierta? No dejes nada al azar

Una reforma de cocina abierta requiere pensar en uso, instalaciones, estructura y soluciones de diseño a medida. 

Es una inversión significativa en la calidad de vida de tu hogar. y ahí es donde un proyecto con criterio interiorista marca la diferencia.

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